“La realidad actual es que los animales domésticos han pasado a ser en algunos senos familiares, parte de los miembros de la familia”: señala la legisladora.
Lizbeth Ogazón aclaró que la familia multiespecie vendría siendo aquella donde interactúan no solo los humanos, sino también los perros y gatos como mascotas, por lo que es necesario legislar no para humanizar a los animales, sino para reconocerle sus derechos y darles un trato de ser sintiente.
“El conjunto de los cambios sociales, demográficos, culturales, económicos y legislativos han influido en la evolución y composición de las familias. Estas transformaciones y su situación actual incitan a reflexionar sobre la necesidad de un reconocimiento normativo de la familia multiespecie. El vínculo de carácter humano- animal está relacionado con el reconocimiento de los animales como miembros de derecho de la familia, con un rol importante. Son considerados miembros de la familia con un papel activo en la dinámica familiar”