El ataque de Rusia ha cambiado la industria agrícola ucraniana. Muchos agricultores apuestan ahora por cultivos oleaginosos.
La siembra de trigode invierno, centeno, cebada y colza se ha retomado en siete regiones de Ucrania por primera vez desde que comenzó la guerra. Sin embargo, el Ministerio de Política Agraria y Alimentación espera que los agricultores cultiven entre un 25% y un 35% menos de superficie este otoño.
Una de las razones es que los agricultores no saben qué les espera cuando expire el acuerdo de exportación de grano entre Ucrania y Rusia, negociado en julio con la mediación de las Naciones Unidas y Turquía.
Por ello, los agricultores ucranianos optan por los cultivos oleaginosos como alternativa a los cereales. El viceministro de Agricultura de Ucrania, Taras Wysozkyj, señala que se está sembrando más colza: «Este año se podría sembrar un millón de hectáreas de colza, una superficie que, a pesar de la ocupación de parte del país, será aproximadamente igual a la del año pasado», dice Wysozkyj.
Más dinero para el aceite vegetal y menos para los cereales
La reorientación de los agricultores se debe principalmente a los costes de producción, afirma Switlana Lytvyn, del Club Ucraniano de Negocios Agrícolas (UCAB, por sus siglas en inglés). El cultivo de cereales es cada vez menos rentable porque no hay exportación libre por mar. Además, el combustible y los fertilizantes se han vuelto más caros. «El precio de venta del grano es ahora muy bajo. Apenas cubre los costos de producción. Además, hay una gran oferta de grano en Ucrania, lo que baja el precio.
Oleoducto para impulsar las exportaciones
En vista de la reorientación de los agricultores, el gobierno ucraniano también se ha propuesto aumentar las exportaciones de cultivos oleaginosos procesados. El 6 de septiembre firmó un acuerdo con el gobierno de Polonia para construir un oleoducto único que llevará aceite vegetal ucraniano a Gdansk. «Este es un proyecto a largo plazo que cambiará el mercado. La idea es exportar aceite vegetal desde los puertos polacos a terceros países. El plan es tener una capacidad para hasta dos millones de toneladas de aceite al año», dice Taras Wysozkyj.