Muchos estudios científicos muestran que los entornos urbanos que protegen y promueven la salud influyen beneficiosamente en el bienestar de los niños
Imaginemos que somos niños una vez más, que volvemos a la infancia. Y esta vez, Campanita y Peter Pan, en lugar de llevarnos al país de Nunca Jamás, nos ayudarán a construir el entorno soñado dentro de nuestro barrio, de nuestra ciudad.
Y en ese barrio soñado, los más pequeños y adolescentes podrán ir en bici o andando con sus compañeros al colegio y a la escuela. Podrán comer con calma platos estupendos, sabrosos, sanos y sostenibles, y el momentazo de la semana será pasar la tarde del viernes o el sábado en un parque donde poder hacer deporte sin parar, subirse a los árboles, jugar al escondite o a lo que se les ocurra.
Podría ser el entorno soñado de pequeños y adolescentes. Y no anda muy lejos de lo que muchos estudios científicos muestran en entornos urbanos que protegen y promueven su salud, la salud de los más pequeños y adolescentes sin distinción de género, país de origen o nivel socioeconómico de sus familias.