Los problemas que están ahora frente a nosotros no se van a solucionar solos y tampoco llegará alguien a solucionarlos. No podemos esperar a que lleguen las soluciones, porque los demás están solucionando sus propios conflictos.
Debemos limpiar nustra casa, hacer nuestro trabajo y mejorarlo cada vez que sea posible. Respetar La Ciudad y a nuestros vecinos será imperativo para empezar a vivir en paz y en armonía. Pero cuando alguien rompe la cadena, cuando llegan los tramposos, los mentirosos y los corruptos; entonces se rompe la paz.