¿Debrmos intentar capturar la experiencia en fotografías o nod tenemod que sumergir en la experiencia lo más profundo posible?
De acuerdo con un estudio publicado recientemente en Psychological Science, es probable que esos dos propósitos no se opongan. En varios experimentos, unos investigadores descubrieron que tomar fotografías durante un suceso ayudaba a las personas a tener recuerdos visuales más precisos, incluso cuando no volvieron a ver las fotos. Sin embargo, tomar fotografías, al parecer, también reduce la información verbal que retiene una persona.
Los resultados se derivan de una investigación publicada el año pasado por el mismo grupo, en la que se demostró que tomar fotografías hacía que las personas estuvieran más involucradas en las experiencias vividas, lo que las llevaba a disfrutar de los sucesos positivos con más intensidad que quienes no tomaban fotos.
Linda Henkel, profesora de Psicología en la Universidad de Fairfield, consideró que el estudio era digno de atención, ya que pone en duda la creencia popular de que tomar fotografías es un factor de distracción.
Barasch afirmó que al principio ella también sospechaba que la fotografía ocasional hacía que las personas se perdieran el momento. “Sin embargo, a medida que comenzamos a reunir mayor información a lo largo de cinco o seis años, seguimos descubriendo que tomar fotografías hacía que las personas se sumergieran más en la experiencia”, dijo.
Pero hay una advertencia importante: en una investigación que aún no se publica, su grupo descubrió que tomar fotografías con el único propósito de compartirlas en redes sociales puede contrarrestar los efectos positivos en la memoria y en la inmersión en la experiencia.
“Ahora nos preocupa tomar una fotografía perfecta para que obtenga muchos me gusta y muchos comentarios”, lo cual aumenta la ansiedad, añadió.
Por Steph Yin