El gobernador de Minnesota, Tim Walz, se ha convertido en una figura clave en la campaña presidencial de Kamala Harris, destacándose por su enfoque en apoyar a la vicepresidenta en lugar de buscar protagonismo, lo que ha reforzado la imagen de Harris en un electorado cada vez más inclinado hacia el Partido Demócrata.
Cuando la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, entrevistó a Tim Walz para ser su compañero de fórmula en la campaña presidencial demócrata, el gobernador de Minnesota sorprendió con una pregunta directa: «¿Cómo puedo ayudar?». Este enfoque, centrado en respaldar a Harris y su visión, en lugar de cuestionar el poder que tendría en la administración, fue un factor decisivo para su selección, según fuentes cercanas al proceso.
Desde entonces, Walz ha trabajado para mejorar la imagen de Harris durante la campaña, especialmente frente a las críticas de su oponente republicano, Donald Trump, y sus seguidores. Harris, a menudo ridiculizada por su risa y estilo accesible, ha encontrado en Walz un aliado que no solo respalda sus políticas, sino que también refuerza su perfil como una líder capaz de traer un cambio positivo a la política estadounidense.
Los demócratas que apoyan a Walz lo ven como un modelo de masculinidad moderna en Estados Unidos: un hombre que se siente cómodo apoyando a una mujer en una posición de poder, y que utiliza su «privilegio blanco» para impulsar los derechos de las mujeres de color y promover los derechos reproductivos. A la vez, Walz mantiene una imagen tradicional, disfrutando de actividades como la caza, la pesca y la reparación de automóviles, lo que lo hace relatable para una amplia gama de votantes.
Sin embargo, Walz no ha estado libre de críticas. Los republicanos han cuestionado su historial militar y sus políticas económicas, acusándolo de promover una agenda liberal «peligrosa». Un punto específico de ataque ha sido una ley que firmó como gobernador, que requiere que las escuelas proporcionen productos menstruales a «todas las estudiantes que menstrúan», un lenguaje inclusivo que ha sido objeto de burla por parte de los críticos conservadores. El asesor de Trump, Stephen Miller, incluso lo apodó «Tampon Tim», en un intento de menospreciar su apoyo a las políticas inclusivas.
A pesar de estos ataques, el apoyo de Walz a las mujeres, especialmente a Harris, ha sido un punto fuerte para su campaña. En una elección donde los derechos reproductivos son un tema central, Walz ha sabido captar la atención de las votantes femeninas, un grupo que ha mostrado una creciente inclinación hacia el Partido Demócrata. Según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, el 59% de los partidarios de Harris se mostraron más entusiasmados con la candidatura después de que ella eligiera a Walz como su compañero de fórmula.
En un discurso reciente, Walz agradeció a Harris por confiar en él y destacó las políticas que ella implementaría si fuera elegida, incluyendo recortes de impuestos para familias de clase media, reducción de precios de medicamentos y protección de libertades personales. Su discurso fue visto como un ejemplo de su papel de apoyo, donde repitió el nombre de Harris varias veces, subrayando su compromiso con la campaña.
No obstante, algunos historiadores advierten que si Harris se convierte en la primera mujer en ocupar la Casa Blanca, Walz necesitará ajustar su enfoque. Joel Goldstein, profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Saint Louis, señaló que para ser un vicepresidente efectivo, es esencial que Walz sea capaz de decirle a Harris cuando está equivocada, algo que podría requerir un cambio en su actual papel de apoyo incondicional.
Walz, sin embargo, parece haber captado la necesidad de equilibrar apoyo y autonomía. En un evento reciente en Nevada, recibió aplausos al destacar el liderazgo de mujeres en su estado y en Nevada, y luego, con respeto y humildad, se hizo a un lado para permitir que Harris tomara el centro del escenario. Su comportamiento refleja un modelo de masculinidad que no busca dominar, sino complementar, un enfoque que muchos ven como necesario en la política moderna.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, resumió este enfoque al afirmar que Walz está mostrando un comportamiento que se volverá cada vez más común: «Podemos ser compañeros y también hombres de verdad». Esta nueva perspectiva podría ser clave en una campaña que busca atraer a un electorado diverso y comprometido con el cambio social.