Austin es para Red Bull. Max Verstappen alarga su ventaja en el campeonato de pilotos al ganar en Estados Unidos y Checo Pérez vuelve a subirse al podio al finalizar tercero. El Gran Premio estadounidense fue la vitrina de exhibición para el mexicano que supo mantener el ritmo sobre el coche durante todo el fin de semana. “¡No saben lo difícil que fue para mí!”, dijo el mexicano por radio tras cruzar la meta. Pérez, tras su actuación en el Circuito de las Américas, también escala a ser el cuarto mejor piloto en lo que va la temporada de la Fórmula 1.
Checo Pérez corrió prácticamente en casa. En Austin, Texas, fue uno de los chicos consentidos por las tribunas. El mexicano respondió bien en las prácticas y en la clasificación, fase que no ha sido lo suyo esta temporada. El mexicano brilló y estuvo a milésimas de quedarse con lo que hubiese sido su primera pole position. En la arrancada inició tercero, una posición un tanto incómoda porque debía defenderse del pelotón de los Ferrari y McLaren. Delante tenía al siempre peligroso Lewis Hamilton.
Pérez largó con fuerza, no tanto así Max Verstappen que perdió posición frente a Lewis Hamilton. El mexicano tuvo que pasar por delante de su compañero para no perder terreno y, más adelante, el mexicano le cedió el lugar al holandés. El de Guadalajara le sirvió de tapón a su colega para que se dedicara solo a perseguir al vigente campeón. Toda la estrategia en este Gran Premio estaba en el cambio de neumáticos.