El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal es totalmente evitable, según los expertos. Sus síntomas en los niños que lo padecen se parecen a los del TDAH y el autismo.
TEAF son las siglas de Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal. Lo más lamentable de este trastorno, que tal y como dicen las familias de los afectados presenta rasgos comunes con el TDAH y el Trastorno del Espectro Autista, es que es totalmente evitable. La asociación que preside Mercedes, Visual TEAF, trata de informar y concienciar, entre otras cosas, de que durante el embarazo no existe ninguna cantidad de alcohol segura, y es que, aunque no se haya demostrado que una copita de vez en cuando pueda perjudicar al feto, esto no significa que haya una cantidad permitida o exenta de riesgo.
Mientras tanto, las cifras indican que un porcentaje considerable de mujeres beben durante el embarazo, seguramente sin ser conscientes de los efectos que puede tener el alcohol en sus bebés. Y los efectos tienen diagnósticos claros, porque bajo el paraguas del TEAF hay cuatro categorías diagnósticas: Síndrome Alcohólico Fetal completo (SAF), Síndrome Alcohólico Fetal parcial (SAFp), defectos del nacimiento relacionados con el alcohol (DNRA) y trastornos del neurodesarrollo relacionados con el alcohol (TNRA), siendo el SAF la manifestación más grave, la cual incluye retraso de crecimiento, dismorfismo facial, y malformaciones del sistema nervioso central.
A veces se olvida que algo tan cotidiano como una cerveza contiene una cantidad de alcohol que para un feto en desarrollo puede ser perjudicial. Lo que reclama la plataforma en este sentido es más concienciación e información, y para ello pone sobre la mesa la cifra nada despreciable que eleva hasta un 40% los casos de mujeres embarazadas que consumen alguna cantidad de alcohol durante el embarazo,
Actualmente, se están identificando numerosos casos de TEAF entre niños adoptados. Las cifras que proporcionan las plataformas de afectados estiman que existe un 50% de casos entre niños adoptados de Europa del Este. A los que se les complica más aún la situación por otros síntomas añadidos derivados del abandono y la adversidad temprana. Pero si hablamos de la población en general, se cree que entre el 1% y el 5% de la población puede estar afectada. Lo cual nos lleva de nuevo a un viejo debate: la permisividad hacia el consumo de alcohol, desde el momento de la más temprana adolescencia, deriva en problemas como este que son totalmente evitables.
Con información de: De mamas & de papas