El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría exigirle a Taiwán mayor gasto militar y cambios en la industria de semiconductores
La reelección de Donald Trump en EE. UU. trae retos para la relación con Taiwán, un aliado clave en el equilibrio de poder en Asia. En contraste con su primera administración, Trump ha adoptado un tono más crítico: pide a Taiwán que incremente drásticamente su gasto militar y acusa al país de monopolizar la producción de semiconductores, sugiriendo que este dominio perjudica la economía estadounidense.
Estas demandas, junto con posibles aranceles a las importaciones taiwanesas, podrían aumentar la presión sobre el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, quien debe equilibrar las necesidades de defensa con las prioridades nacionales y el desarrollo de la industria tecnológica.