El incremento de la rentabilidad exigida por los inversionistas a los bonos del gobierno de México, junto con la espera de la inflación de mayo en Estados Unidos, dato que servirá a la Reserva Federal (Fed) para orientarse en materia de política monetaria este miércoles, mantuvieron presionado al tipo de cambio este martes.
El peso mexicano cerró en el mercado al mayoreo en 18.4879 unidades por dólar spot, con una depreciación diaria de 1.07 por ciento, equivalente a 19.49 centavos, y siendo la segunda moneda con peor desempeño en el bloque emergente, después del peso colombiano.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el tipo de cambio operó este martes entre un máximo de 18.5400 unidades y un mínimo de 18.4000 unidades.
Ante el reflejo de un mayor riesgo en México, el gobierno federal colocó bonos con una mayor tasa; tan sólo en la subasta de valores gubernamentales, el bono M de tres años fue colocado en 10.83 por ciento (0.43 puntos porcentuales por encima de la subasta previa) con demanda de 1.94 veces (previo, 3.24 veces); mientras que el Udibono de 20 años se emitió en 5.40 por ciento (0.40 por ciento más) con demanda de 1.73 veces (2.16 veces de la colocación anterior).
«Si tienes un país más riesgoso, el inversionista pide más retorno por asumir ese riesgo. Al pedir más rendimiento, el gobierno tiene que pagar más en intereses, pues más riesgo percibido, más rendimiento exigido. Funciona aquí y en cualquier parte del mundo. Es mera oferta y demanda”, explicó Luis Gonzalí, codirector de inversiones en Franklin Templeton México.