Publicación de David Marcial Pérez, El País México
El Gobernador Samuel García tiene razones para celebrar. Además de la inyección económica, le ha ganado un pulso al presidente
Le ofrecieron hasta cinco Estados, pero Elon Musk eligió Nuevo León. Un páramo del tamaño de 3.0000 campos de futbol a los pies de una colina albergara la fábrica de Tesla más grande fuera de Estados Unidos. La decisión final, conocida esta semana, da por cerrada una larga tanda de negociaciones que han durado más de un año y que se ha ido conociendo por fascículos. El propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha ido dando a conocer las novedades e incluso mostró públicamente sus preferencias.
Cuando parecía que todo estaba hecho para la entidad norteña, el mandatario subió su apuesta por Hidalgo, gobernado por Morena, y Estado de México, probable feudo morenista también tras las elecciones de junio. Los dos, además, en el centro del país y cercanos al nuevo aeropuerto, una de las obras estrella del presidente y la que le está constando despegar.
Finalmente pesaron más las ventajas logísticas y empresariales de Nuevo León, la locomotora industrial mexicana. El municipio donde se levantará la fábrica, Santa Catarina, está a apenas 6 horas en coche del cuartel general de Tesla en Austin. Los bajos costes de mano de obra calificada, una infraestructura adecuada y la sintonía casi natural entre las elites empresariales de texanas y regias hicieron el resto. El gobernador Samuel García se mostraba orgulloso en una entrevista con este diario tras conocerse la noticia. Y al día siguiente aparecía en sus redes sociales vestido con el uniforme de Testa -gorra, camiseta- listo para lucirlo en su sesión de gimnasio.
El Gobernador, de Movimiento Ciudadano, tiene razones para celebrar. Además de la inyección económica, García le ha ganado un pulso al presidente. Las cifras son mareantes: más de 6.000 millones de inversión inicial, 7.000 empleos directos y hasta un millón de coches eléctricos al año. Los expertos advierten disparará la producción de este tipo de coches y convertirá a México, y en particular a Nuevo León, afianzará el liderazgo regional del cambió tecnológico en el sector. El país ya es el primer comercializador latinoamericano de este tipo de coches, por encima de Brasil.