La abanderada de la oposición, Xóchitl Gálvez, también ha recibido el ofrecimiento de resguardo militar, pero no ha contestado si lo aceptará
En tiempos electorales, la inseguridad suele colarse a las campañas en México, normalmente en forma de debate, pero también, a veces, en forma de tragedia. Decenas de candidatos han sido objeto de ataques por parte del crimen organizado en los últimos años; muchos han muerto. Es una realidad con la que las autoridades mexicanas han aprendido a convivir en las coyunturas electorales. Incluso se ha acuñado el término de “violencia política” para explicar el fenómeno. El Gobierno suele brindar protección especial a los aspirantes, y el proceso electivo de 2024 no será la excepción. La candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, será resguardada por elementos del Ejército a lo largo de su campaña, en los ocho meses que faltan para la jornada electoral. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le hizo el ofrecimiento de protección y ella lo aceptó, según lo ha informado este martes el presidente, Andrés Manuel López Obrador. La abanderada de la oposición, Xóchitl Gálvez, recibió la misma propuesta de resguardo castrense, pero no ha dicho si la aceptará, ha precisado el mandatario. Horas más tarde, Sheinbaum dijo a través de X que ella solicitó un aparato de seguridad “sencillo”, que no le impidiera estar en contacto con la gente.