Al referirse a su viaje próximo a Chile, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un largo recorrido histórico y aludió al golpe de Estado en Chile en 1973 para derrocar a Salvador Allende en ocasión del 50 aniversario. Consideró que «todavía hay el riesgo del fascismo del uso de la fuerza bruta para imponerse, los golpes de estado, las intervenciones militares. Eso no desaparece pero hemos ido avanzando mucho en resolver las diferencias mediante la vía electoral, pacifica, democrática. Ese es el camino a seguir. Por eso indigna mucho conocer lo que sucedió en Chile, porque el presidente Allende nunca optó por la violencia. Era un pacifista».
En este contexto, señaló que no hay muchas condiciones ahora para ese tipo de golpes de estado, pero es necesario fortalecer la democracia, no permitir la manipulación. «Que no haya golpes de estado técnicos o mediáticos. Por ejemplo si la oligarquía de un país, los dueños del dinero, los que se sienten dueños de un país, tienen, el control de los medios y manipulan, pueden lograr imponer a presidentes, autoridades, títeres, que estén al servicio de una minoría».
Por eso, dijo López Obrador «hay que seguir denunciando a los medios que no informan, misión que defienden intereses y su propósito es saquear».
Más adelante señaló que apoyar a los sectores populares como entonces se ha descalificado considerándolo como populismo, «si apoyar a los pobres es populismo, que me apunten en la lista».