El mural ‘La luz del mundo. Dos divinidades’, elaborado con 2 millones de chaquiras. La obra es la pieza central de la exposición ‘Nube Divina’, una retrospectiva de Santos de la Torre, la cual está montada en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana. Las creaciones nos sumergen en su cosmovisión y vínculo con la vida, la tierra y el espíritu, comentó James T. Ramey, investigador del Departamento de Humanidades de esa institución.
El artista Santos de la Torre, cuyo nombre wixárika, Motoapohua, se traduce como eco de la montaña
, empezó a trabajar el estambre a los 23 años; sin embargo, se consagró por sus murales de chaquira, al grado de que en la estación Palais-Royal-Musée du Louvre, en París, se presenta su obra Pensamiento y alma huichol, todo un universo de deidades, mitos y naturaleza wixárika que ahora puede ser apreciado por 10 millones de usuarios al año.
La exposición Nube divina, con obra de don Santos, montada en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), «es la primera retrospectiva de un artista wixárika contemporáneo
«, afirma James T. Ramey, docente e investigador del Departamento de Humanidades de la Unidad Cuajimalpa. En ella, «nos sumergimos en su cosmovisión
, además de celebrar sus seis décadas de creación».
En esta retrospectiva, destacan las imágenes de diversas divinidades, verdaderos nierikas
; es decir, conexiones potentes con lo divino, elemento especialmente significativo, dado que el pueblo wixárika es de los pocos en México que sigue venerando a sus dioses prehispánicos, señala Ramey.
Para esta cultura, la representación de un ser divino no es sólo una imagen, sino que se convierte en parte de la esencia de esa divinidad. Con el consumo ceremonial del cacto peyote, estas imágenes cobran vida para el artista y para su comunidad, permitiendo un diálogo entre mundos
.
Su mural más reciente, La luz del mundo: Dos divinidades, mide 3 por 2.4 metros, y está elaborado con 2 millones de chaquiras. Es la pieza central de Nube divina.