Este edificio desacralizado del siglo X ha transformado la Ribeira Sacra. En ella ya había bodegas, paseos en barco, miradores al cañón del Sil y rutas de senderismo. Cuando este monumento se convirtió en parador en 2004, todo lo anterior fue a más y a mejor
Ha cambiado la forma de perderse en la Ribeira Sacra, una comarca boscosa e interior de Galicia. Los monjes que buscaron recogimiento en la Edad Media a orillas del Sil han dejado paso a los visitantes que quieren expandirse sin moverse del sitio. Esta región vinícola y fluvial que abarca el norte de Ourense y el sur de Lugo cuenta con una capital oficial por populosa, Monforte de Lemos, y una emocional por grandiosa y por ser un referente desde que se convirtió en parador en 2004, el monasterio de Santo Estevo. Sus tres claustros de diferentes épocas, las caballerizas que albergan el bullicioso restaurante o una terraza silenciosa que se asoma al monte retienen al visitante, con todo lo que hay que ver y hacer fuera.