El periódico EL PAÍS de España, ha publicado una nota sobre la visita de Salman Rushdie a los principales museos de Madrid , Andrea Aguilar cuenta el paseo por los dos museos madrileños en compañía del autor de ‘Hijos de la medianoche’, que visita España para presentar ‘Cuchillo’, su narración del atentado que sufrió en 2022 por parte de un radical islámico
El primer cuadro ante el que se detienen el escritor Salman Rushdie y su esposa, la poeta y fotógrafa Rachel Eliza Griffiths, este domingo por la mañana en el Museo del Prado resulta curiosamente apropiado. Se trata de Los poetas contemporáneos, de Antonio María Esquivel, que muestra una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor. La pareja avanza por las salas de la pinacoteca para llegar hasta las pinturas negras de Goya y ese retrato coral de los hombres de letras del romanticismo español capta su atención.
Goya, Velázquez y la sala de El Bosco es lo que el escritor se propone ver esta mañana en la pinacoteca cuando sale del hotel a primera hora a pie. Después, en el Reina Sofía, verá el cuadro de Picasso Guernica. Ocho guardias de seguridad acompañan sus desplazamientos, y en el hotel han instalado un arco detector de metales, pero nada de esto enturbia el buen humor del autor vestido con pantalón negro, camisa de un lila pálido, chaleco, deportivas y una visera. La lente derecha de sus gafas es opaca: oculta el ojo irreversiblemente dañado por una puñalada. Discreta y atenta, Griffiths, casada con el autor en 2021, viste de negro y lleva su cámara de fotos.
En la sala con las dos imponentes escenas de la Guerra de Independencia, La lucha con los mamelucos y Los fusilamientos, arranca la visita y se hace el silencio. Sables y heridas en la violenta representación del 2 de mayo de 1808 en Madrid, la mirada aterrada del hombre que va a ser fusilado en la del 3 de mayo. Rushdie describe en Cuchillo su parálisis ante el joven que corrió hacia él para apuñalarle. Narra cómo allí mantuvo una casi mortal intimidad con su atacante, y se enfrentó de forma extrema a lo peor y lo mejor del ser humano, gracias a quienes reaccionaron para salvarle. Rushdie está empeñado en seguir adelante, como siempre.
Rushdie vio por vez primera Guernica en el MoMA de Nueva York, luego en el Casón del Buen Retiro y también en este mismo museo hace una década. “Es una obra colosal, la escala es imponente. La bombilla o el caballo forman ya parte de nuestro imaginario”, apunta. “Guernica habla de nuestro tiempo y nunca pasará de moda porque siempre hay guerras. Las bombas siguen cayendo y hay gritos”. El conflicto de Gaza que enfrenta hoy a Israel con Hamás ha provocado todo un movimiento global de protesta, ¿qué piensa él? “Hay dos aspectos. Por un lado, las muertes de civiles son lo que ha motivado las protestas y, por otro, qué hacer para resolver esto. Las divisiones que parece que están surgiendo en Israel puede que apunten hacia qué vendrá después. Ese diálogo es importante. No soy ningún fan de Hamás por motivos obvios”, explica.