La desafortunada actitud del PAN en busca de Torreón
En la intrincada danza de la política, a veces surgen posiciones que dejan perplejos a propios y extraños. Una de esas desafortunadas decisiones fue protagonizada por Marcelo Torres Cofiño, quien, en un extraño deseo de competir por Torreón, logró que su dirigente nacional, tumbara una alianza más que probada en Coahuila entre el PAN, PRI, y PRD.
¿A quién en su sano juicio se le ocurriría quitar al Alcalde de Torreón, ganador indiscutible de su elección y, además, considerado en los últimos dos años como el presidente municipal con mejores calificaciones e imagen en todo Coahuila? Pues bien, la respuesta es Marcelo Torres Cofiño, un personaje que, movido por una pataleta política, logró deshacer la alianza entre los partidos mencionados.
Acompañando a Xóchitl por Coahuila, por indicaciones, de Marko Cortés, Torres Cofiño decidió que tenía derecho a volver a competir por la presidencia de Torreón.
Su cercanía con Cortés y su anterior papel en la Junta de Gobierno del Congreso en la 62 legislatura, marcaron el inicio de una coalición que inclinó al PAN ante el grupo mayoritario, quedando postrado a los pies del tricolor.
Este episodio y sus relaciones cercanas con figuras como Ricardo Anaya, Marko Cortés y Damián Zepeda Vidales, llegando a ser presidente sustituto del PAN nacional en 2018, parecían otorgarle el pedigrí necesario para exigir nuevamente Torreón a su favor. Sin embargo, la realidad local no concordaba con sus expectativas.
Torreón, lejos de ser una ciudad huérfana, ha experimentado en los últimos dos años un período de liderazgo ejemplar. Román Alberto Cepeda y su esposa han destacado por su esfuerzo, trabajo incansable y atención constante a las necesidades de la ciudadanía en todos los ámbitos: social, cultural, seguridad y transparencia.
Es evidente que los últimos dos años han sido testigos de un liderazgo comprometido y eficiente por parte del actual alcalde, logrando las mejores calificaciones y simpatías de la población en todo Coahuila. En este contexto, resulta lamentable observar cómo el PAN, guiado por decisiones desacertadas, puso en riesgo la estabilidad y el buen gobierno en Torreón.
En conclusión, es una verdadera lástima que el PAN haya tomado un rumbo desafortunado. Torreón con Román es una opción exitosa, no había porque apostarle al perdedor.
La ciudad ya tiene un presidente municipal capaz y comprometido para los próximos cuatro años, mientras que el PAN, con esta jugada, solo ha logrado enturbiar su propio camino, dirigiéndose hacia una caída sin oportunidad alguna.