El 1 de marzo empezaron las campañas presidenciales y este viernes se cumplen los 100 días iniciales de la administración de Manolo Jiménez. El resultado de las elecciones incidirá en el futuro del estado. Si las preferencias por Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición Morena-PT-Verde, se consolidan, el gobernador de Coahuila deberá negociar la mayor parte de su Gobierno con la primera presidenta del país, de un partido opuesto al suyo. La coyuntura ofrece riesgos y oportunidades. Los primeros vendrán si se mantiene en la ruta de la confrontación seguida por Humberto Moreira con Felipe Calderón, y por Miguel Riquelme con Andrés Manuel López Obrador. Las oportunidades se abrirán si se sientan las bases de una colaboración efectiva y sin dobleces con el Gobierno federal.
Sheinbaum dará continuidad al proyecto político, económico y social emprendido por AMLO; y en temas sensibles como el combate a la pobreza, la corrupción y la inseguridad, lo profundizará. Antes de ser candidata, la exjefa de Gobierno de Ciudad de México realizó dos giras por Coahuila. El 11 de octubre dialogó con simpatizantes de La Laguna; y el 5 de enero, con seguidores de la región sureste. En Matamoros apeló a la unidad del movimiento obradorista para evitar derrotas como la de 2023, causada por el enfrentamiento entre Armando Guadiana y Ricardo Mejía, quien se postuló por el PT, del cual es ahora candidato a diputado federal.
«Es tiempo (de) que Coahuila suba a la ola de la transformación y se una a la alternancia», arengó en Ramos Arizpe. Destacó el cambio logrado por la 4T y apuntó hacia el sistema de privilegios desmontado a escala federal, mas no en los estados. «El Gobierno dejó de servir a los intereses de unos cuantos y hoy sirve al pueblo de México, esa es la diferencia», subrayó. La operación territorial de Sheinbaum descansa en los 23 gobernadores de Morena, siete de los cuales son mujeres. La estructura la refuerzan secretarios de Estado, senadores, diputados federales y alcaldes.
El pragmatismo de Jiménez le permite tender puentes con Sheinbaum incluso más fácilmente que con la aspirante de la coalición PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez. Las encuestas de Palacio de Gobierno tampoco le conceden mayores posibilidades de triunfo. Jiménez no se ha confrontado por ahora con el presidente López Obrador, al contrario, en sus giras por Coahuila le ha ofrecido colaboración. Retirar el amparo contra los libros de texto gratuitos, promovido por la administración de Riquelme, es una señal. La gobernadora panista de Chihuahua, Maru Campos, también detuvo la distribución con fines electoralistas. AMLO acusó a Riquelme de bloquear el reparto de ejemplares para llamar la atención en busca de otro cargo.
Los 100 primeros días de la administración 2023-2029 ofrecen algunos vislumbres de la psicología del nuevo responsable político del estado. Jiménez ha impuesto su propio estilo y políticamente se ha deslindado de sus predecesores. La agenda, las directrices y la política de comunicación, en líneas generales, no difieren tanto. En el lapso comprendido entre el 1 de diciembre y el 9 de marzo se emprendieron obras y acciones de mediano alcance con énfasis en la seguridad. La megadeuda imposibilita la realización de proyectos de mayor calado. El equipo del ejecutivo, formado en su mayoría por jóvenes, solo ha dado destellos. Los pocos perfiles experimentados, como el secretario de Gobierno, Óscar Pimentel, tampoco sobresalen. La estrategia se diseñó para poner a raya a los funcionarios de primer nivel y evitar que adquieran protagonismo. Así el gobernador de turno puede organizar el tablero para la próxima sucesión y prepara a su delfín.