El cuarto día de disturbios en Kazajistán se saldó con un sangriento balance provisional de decenas de manifestantes muertos y más de dos mil detenidos, coincidiendo con la llegada de tropas del bloque de defensa de cinco países ex soviéticos, comandados por Rusia.
El Ministerio de Salud indicó que había más de mil heridos, entre ellos 62 en cuidados intensivos.
Además 13 miembros de las fuerzas de seguridad murieron, dos de los cuales fueron encontrados decapitados, y 353 resultaron heridos, según la televisión estatal.
El grueso de bajas y detenidos ocurrió en Almaty, la capital económica kazaja y epicentro de la protesta ciudadana que comenzó la fuerte subida del combustible y degeneró en una protesta contra el autoritarismo del gobierno que preside Kassim Tokayev y su predecesor , Nursultán Nasarbayev, fundador del régimen autoritario tras la caída de la URSS y aliado del ruso Vladimir Putin.