La mesa está servida para el primer cambio de género en la presidencia de la república. El gabinete es casi paritario (9-10) y las mujeres ostentan las principales carteras: Gobernación (Luisa María Alcalde), Energía (Rocío Nahle), Educación (Leticia Ramírez), Seguridad (Rosa Icela Rodríguez), Relaciones Exteriores (Alicia Bárcena), Bienestar (Ariadna Montiel) y Economía (Raquel Buenrostro). Además, en el Senado predominan las mujeres (51%) y en la Cámara de Diputados representan el 49.2% de los escaños. México es uno de los seis países donde el 50% o más de los parlamentos son ocupados por mujeres, después de Ruanda, Cuba y Nicaragua (ONU-Mujeres, 07.03.23).
También por primera vez la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral (INE) los presiden mujeres (Norma Piña y Guadalupe Taddei Zavala). La relación ríspida de Piña con el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha ganado simpatías y enemistades, según del lado que se esté con respecto a la 4T. La presidenta de la Corte aprovechó su participación en el panel sobre Justicia y Estado de derecho, celebrado el mes pasado en Nueva York, para acusar que en gran parte del mundo «persiste la intención de que los tribunales constitucionales se reduzcan a replicar las ideas de un solo hombre».
López Obrador denuncia reiteradamente la corrupción en el Poder Judicial. La Corte «obedece a los intereses del antiguo régimen (…), es un poder para defender privilegios de una minoría y no al pueblo; para defender a delincuentes de cuello blanco y de la delincuencia organizada», dijo en la rueda de prensa del 19 de mayo. «Resulta que la presidenta de la Corte contrató a la que era directora de Recursos Materiales cuando García Luna» (el exsecretario de Seguridad Pública declarado culpable de narcotráfico por un jurado en Nueva York), deslizó en la misma mañanera. Piña realiza giras secretas por la república. Suele aterrizar de madrugada. Visita juzgados de distrito, tribunales de Circuito y celebra comidas privadas. Uno de sus acompañantes es el ministro coahuilense Javier Laynez Potisek, contrario al presidente.
En los estados el poder también se ha redistribuido. La única gobernadora en 2018 era Claudia Pavlovich, de Sonora. Ahora son 10 (ocho de Morena y dos del PAN; Claudia Sheinbaum fue sustituida en Ciudad de México por Martí Batres). Delfina Gómez asumirá el 16 de septiembre la gubernatura del Estado de México. Es la entidad más importante del país y la tercera en relevancia después de la presidencia y de la jefatura de Gobierno de CDMX. El rezago se localiza todavía en las presidencias municipales. El número de alcaldesas aumentó 10.9% entre 2018 y 2020, pero aun así el 76.9% de los cargos era ejercido por varones. Así lo indica el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México (INE).
La lista nominal de electores está compuesta por 96 millones de mexicanos, 51.89% de sexo femenino y 48.1%, masculino, según el corte del INE al 28 de julio pasado. Las mujeres, pues, tienen los votos y ocupan puestos relevantes. Para elegir a la primera presidenta del país solo falta dar un paso. Además de liderar la carrera, Claudia Sheinbaum parece conectar mejor con las personas de su género. Xóchitl Gálvez, la favorita del Frente Amplio por México, representa los intereses del PAN-PRI-PRD y de los poderes fácticos. El apoyo de las élites económicas a la panista polarizará aún más la elección del 2 de junio próximo. Morena domina ese terreno.