La clave para entender todo es que, pese a que Honda anunció su salida de la Fórmula 1 para 2021, seguirá de la mano de Red Bull en 2022. La relación es muy estrecha y el fabricante japonés se encargará de llevar a la escudería austriaca al siguiente nivel. Nace Red Bull Powertrains, división de la marca que acabará teniendo control total del suministro de unidades de potencia para la escudería. Por ahora, puesto que solo abarca la F1, trabajará con Honda en la transición.
Para empezar, algunos empleados de Honda Racing Development UK se han trasladado a Red Bull Powertrains. Esta cuenta con derecho de utilizar la propiedad intelectual de Honda relacionada con la unidad de potencia y la firma japonesa se encargará del ensamblaje de las unidades de potencia, la provisión de apoyo de ingeniería en pista y la asistencia en las operaciones de carrera.
En 2023, cuando cambien algunas reglas en el Mundial de Fórmula 1, toda la responsabilidad de la fabricación y el servicio de motores de Red Bull Racing y AlphaTauri recaerá sobre Red Bull Powertrains. Es decir, el gran salto de Red Bull en la industria de la F1 será pasar a formar parte de los motoristas (véase Ferrari, Mercedes o Renault) del Gran Circo.
La conexión Red Bull – Honda, que se extenderá a otras disciplinas, también abarcará el desarrollo de jóvenes pilotos, para dar con pilotos japoneses que vayan siguiendo los pasos de Yuki Tsunoda en la Fórmula 1.