Acnur insta al resto de países a redoblar los esfuerzos tras el portazo de la Administración Trump
Una de las primeras medidas de Donald Trump en su segundo mandato presidencial fue la suspensión del programa nacional de admisión de refugiados, un golpe significativo al sistema de reasentamiento de la ONU, dado que EE.UU. acogía al 69% de los beneficiarios en 2024. Aunque jueces federales bloquearon esta orden ejecutiva, el Departamento de Estado rescindió contratos con organizaciones clave, manteniendo la prohibición y la congelación de fondos.
El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito ordenó a la Administración reasentar a miles de refugiados con vuelos cancelados previos a la toma de posesión de Trump. Sin embargo, el Gobierno anunció que solo reasentará a 65 refugiados afganos en los próximos meses.
El reasentamiento, crucial para refugiados vulnerables, implica su traslado a países que les otorgan residencia permanente. Más del 50% de los beneficiarios son mujeres y niñas, quienes enfrentan graves riesgos en campos de refugiados. Acnur selecciona a los beneficiarios, pero la decisión final recae en los países de acogida.
En 2024, EE.UU. admitió 80,000 de los 116,528 refugiados reasentados globalmente. La medida de Trump agrava una situación ya crítica, ya que los reasentamientos representan una fracción mínima de los 2.4 millones de refugiados que lo necesitaban.