El neurocientífico Andrew Huberman, de la Universidad de Stanford, propone unos hábitos para mejorar nuestra productividad y nuestro bienestar
Comenzar el día con unos hábitos adecuados, va a allanar el camino para que el resto de la jornada pueda desarrollarse en las mejores condiciones. Un buen descanso y amanecer siguiendo ciertas rutinas, nos permitirá afrontar el día con la energía suficiente para las horas que tenemos por delante.
En esta época donde la productividad se ha sacralizado hasta el paroxismo, conviene recordar más que nunca la importancia del descanso como contrapunto a las sobrecargas de trabajo que a menudo solemos asumir, olvidando que esos excesos pueden dar lugar a un rendimiento inferior al deseado.
Andrew Huberman es un neurocientífico autor del libro Protocols: An Operating Manual for the Human Body, en el que propone una relación de diez hábitos que pueden repercutir de manera beneficiosa en nuestra productividad y en nuestra salud a largo plazo.
Madrugar, pasear, meditar
Levantarse temprano tras un correcto descanso vendría a ser la piedra angular de este método, que se caería como un castillo de naipes sin este punto. Si bien cada persona tiene sus propios ritmos circadianos, el experto recomienda ponerse en marcha entre las 5 y las 6 de la mañana, dedicando unas horas a la meditación, y saliendo a pasear a primera hora de la mañana.
Esta rutina nos permitirá, de una parte, reducir el estrés y mejorar la concentración y, de otra, recibir la dosis diaria de vitamina C sin las consecuencias negativas de una luz solar más intensa. Por otro lado, hace hincapié en la importancia de beber agua, ya que, a pesar de haber descansado, nuestro organismo ha continuado funcionando, por lo que es importante reponer los niveles de hidratación que posibiliten un funcionamiento óptimo.
Deporte
El neurocientífico también recuerda la impotancia de realizar estiramientos diarios nada más levantarnos y de implementar diferentes rutinas deportivas que mejoren nuestra salud cardiovascular, activen nuestro metabolismo y eleven los niveles de dopamina. Tras los entrenamientos procederemos a darnos una ducha reparadora que nos permita empezar la jornada con las pilas cargadas.
Alimentación
Otro pilar fundamental es el desayuno, un aspecto que tendemos a descuidar debido a las prisas, y que el experto recomienda basar en el consumo de proteínas, como huevos, o grasas saludables, como aguacate. Insiste en la importancia de no desayunar nada más despertarse, sino un mínimo de 60 -90 minutos después. Este margen ayudará al cortisol a alcanzar su punto máximo de manera natural, dando al cuerpo tiempo para eliminar la adenosina, un neurotransmisor que potencia la aparición de sueño.
Escribir
Por último, y no menos importante, estos ‘diez mandamientos’ también incluyen una par de hábitos muy beneficiosos para nuestra paz mental. Escribir unas páginas matutinas o un diario, tanto para desplegar nuestra creatividad como nuestra apertura mental, o elaborar una lista de prioridades de cara al día, puede ser un aliado más valioso de lo que a priori pueda parecer.