Se trata de una enfermedad transmitida por mosquitos que puede provocar secuelas graves, como la artritis, incurable y degenerativa
Se trata de una enfermedad producida por el virus homónimo que es transmitida, como muchas otras peligrosas y pandémicas dolencias, a través de las picaduras de los mosquitos.
Lo que la hace especial son sus síntomas, dado que ataca principalmente a las articulaciones de quienes la padecen. De hecho, la etimología de chikungunya proviene del makonde, lengua hablada por algunas tribus del sur de Tanzania y que quiere decir, literalmente, enfermedad del hombre retorcido.
Su cuadro clínico se caracteriza por:
- Dolor de cabeza
- Hinchazón en las articulaciones
- Masivo dolor articular y muscular
- Náuseas
- Erupción
Además, su aparición es extraordinariamente rápida, dado que se empiezan a presentar los síntomas entre 3 y 7 días después de haber sido picado por un mosquito que fuera portador del virus.
Según un trabajo científico publicado en la revista Seminars in Arthritis and Rheumatism, se calcula que entre el 10 y el 12% de las personas que desarrollan la fase aguda de la enfermedad pueden presentar secuelas articulares; entre ellas, artritis crónica.
A esto hay que sumar que, a día de hoy, una vez se contrae la enfermedad, no hay tratamiento alguno para hacerle frente. Entre las recomendaciones de las autoridades sanitarias está seguir las mismas pautas que con la gripe y dejar que la infección siga su curso y, al mismo tiempo, mantenerse muy hidratado, guardar reposo y tomar medicamentos antiinflamatorios y/o analgésicos como ibuprofeno y paracetamol.
Es por esto que, ahora, un grupo de investigadores de Valneva, una compañía farmacéutica francesa, ha alcanzado el notable logro de ser los primeros en conseguir una vacuna que entra en la tercera fase de pruebas contra el chikungunya.
Su nombre técnico es VLA1553, y tiene la bondad de ser bien tolerada, con pocos efectos secundarios y provocar una respuesta inmune en el 99% de los casos (en 263 de 266 sujetos de estudio humanos). Tan buenos son los resultados que estos han sido publicados por la revista médica más reputada del mundo, The Lancet.
Como explica la autora principal del estudio, la doctora Martina Schneider, «esta podría ser la primera vacuna contra el chikungunya disponible para personas que viven en regiones endémicas, así como para viajeros que vayan a visitar áreas donde se encuentre la enfermedad». Esto podría ser esencial, no solo para proteger a aquellas personas que, debido a su residencia, se encuentran en peligro de ser infectados día a día, sino también para evitar brotes en áreas del planeta donde no existen registros de que se haya dado la enfermedad descubierta en 1952.