«Las cosas que están ocurriendo son una medida forzada», ha defendido el presidente ruso, que ha justificado el ataque a Ucrania aludiendo a riesgos de seguridad para Rusia.
Tras invadir Ucrania durante la pasada madrugada, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha afirmado este jueves que «no tenía otra opción» que atacar el país vecino para defender a Rusia de las amenazas de seguridad.
Putin se refería así al rechazo de Estados Unidos y la OTAN de conceder a Rusia las garantías de seguridad vinculantes que Moscú exigía, en las que se comprometerían a no ampliar la Alianza Atlántica más al este; es decir, a no incluir a Ucrania y a no emplazar armamento ofensivo cerca de las fronteras rusas.
«Para ser sincero, estoy incluso sorprendido de que no hayamos avanzado ni un milímetro en ningún asunto» de los que preocupan a Rusia, ha afirmado Putin, que ha insistido: «Repito: es una medida que nos hemos visto obligados a tomar, porque ellos [en Occidente] podían crear tales riesgos para nosotros que no está claro cómo nuestro país podría seguir existiendo».