¿Qué son los probióticos?
La palabra «biótico» se refiere a «vida» u organismos vivos. Los probióticos son microbios vivos, incluidas bacterias y hongos, que tienen efectos beneficiosos para la salud. Piense en los probióticos como las semillas que se esparcen en el suelo: con el cuidado adecuado, se convertirán en flores que embellecerán su jardín, repeliendo plagas y desplazando a las malas hierbas.
¿Por qué son importantes?
Los probióticos ayudan a metabolizar los alimentos y producir vitaminas, ácidos grasos y otros nutrientes. Regulan su sistema inmunológico, reducen su riesgo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas, y evitan que los malos colonicen su intestino.
¿De dónde vienen?
Entre los probióticos más conocidos se encuentran las bifidobacterias. Estas bacterias colonizan nuestro tracto digestivo tan pronto como nacemos. Los obtenemos de nuestras madres durante el parto y a través de la leche materna.
Otro probiótico común, el lactobacillus, se encuentra en muchos alimentos fermentados. Lactobacillus y bifidobacterium son sólo dos de los muchos tipos diferentes de bacterias que habitan en nuestros jardines intestinales.
¿Cómo aumento los probióticos en mi cuerpo?
Los suplementos probióticos, que vienen en forma de cápsulas, gomitas, polvos y pastillas, son inmensamente populares, pero no deberían ser su primera opción. Si bien pueden ayudar a ciertas personas, los estudios muestran que también pueden desplazar a los microbios equivocados . En general, una mejor manera de cultivar su jardín intestinal es comer muchos alimentos fermentados y plantas ricas en fibra.
En un estudio reciente, investigadores de Stanford descubrieron que asignar a las personas a comer alimentos fermentados todos los días durante dos meses y medio reducía su inflamación y aumentaba la diversidad de su microbioma intestinal. Los niveles más altos de diversidad de microbiomas se asocian con una mejor salud y menores tasas de enfermedad.
Ejemplos de alimentos fermentados incluyen los siguientes:
- Kimchi y chucrut.
- Kombucha, una bebida gaseosa agridulce hecha con té.
- Productos lácteos fermentados como yogur, kéfir y requesón.
- Tempeh, natto, miso y otros productos de soja fermentados.
- Algunos quesos, como el gouda y el gruyère. Puede identificar los quesos que contienen probióticos buscando frases como «cultivos vivos» o «cultivos activos» en sus etiquetas.