Por su trabajo en el escenario de mejor seguridad, mencionan a Miguel Riquelme como presidenciable
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer 15 de junio, que el 49% de los homicidios que se cometen en el país ocurren en seis estados: Baja California, Guanajuato, Jalisco, México, Michoacán y Sonora.
De acuerdo con el reporte de incidencia delictiva elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del 1 de enero hasta el 30 de abril de este año se habían registrado 8,294 homicidios dolosos en todo México.
De esos 8,294, 806 fueron perpetrados en Michoacán, 805 en Guanajuato, 732 en México, 728 en Baja California, 478 en Jalisco, y 449 en Sonora.
En esos seis estados se perpetraron 3,998 asesinatos o el 48% del total, poco menos que el 49% que dijo el presidente.
Pero, ¿son estos seis en donde son mayores las probabilidades de morir asesinado?
No en todos los casos, si tomamos en cuenta la tasa de homicidios para cada entidad, que es el número de homicidios dolosos que se registra por cada 100,000 habitantes.
Desde este punto de vista, Colima, con una tasa de homicidios de anualizada de 67.9 es la entidad en donde más en riesgo está una vida humana. Le siguen, en orden descendente: Baja California (65.6), Zacatecas (64.2), Guerrero (58.5), Morelos (51.2), Sonora (48.6), Quintana Roo (30.8), Guanajuato (25.5), San Luis Potosí (19.7), Jalisco (19.2), Michoacán (19.1), Nuevo León (18.4), Oaxaca (16.8), Sinaloa (16.1), Chihuahua (15.2), Nayarit (13.3), México (13.1), Tamaulipas (13.0), Puebla (12.7), Tabasco (12.6) y Veracruz (11.6).
En todos los estados arriba anotados hay una epidemia de homicidios, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, ésta existe cuando en una zona bien delimitada se registra una tasa de 10.0 o más. Es evidente que en Colima y Zacatecas existe un mayor riesgo de morir asesinado que en estados en que las tasas son menores.
No hay dicha epidemia en estados que registran una tasa anualizada de homicidios menor de 9.9: Ciudad de México (9.0), Tlaxcala (8.9), Hidalgo (7.8), Campeche (7.2), Querétaro (7.1), Chiapas (7.0), Durango (6.0), Baja California Sur y Aguascalientes (5.0 cada uno), Coahuila (2.7) y Yucatán (1.6).
Tal vez AMLO debería aclarar que la vida no vale mucho en estos seis estados: Baja California, Zacatecas, Guerrero, Morelos, Sonora y Quintana Roo. Los primeros cinco gobernados por morenistas y un aliado del PES y el sexto por un expriista que se fue al PRD.
Si cada partido decidiera postular como su candidato a la presidencia en 2024 a aquél gobernador que mejor desempeño ha demostrado para no permitir que la epidemia de homicidios se apodere de su estado, deberían ser: Mauricio Vila Dosal de Yucatán por el PAN, Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila por el PRI, Víctor Manuel Castro Cosía de Baja California Sur por Morena.
Por el PVEM iría su único gobernador, José Ricardo Gallardo Cardona, de San Luis Potosí, y por MC Samuel García Sepúlveda, gobernador de Nuevo León.
Dos de los tres morenistas que más suenan como probables candidatos a la presidencia son Claudia Sheinbaum Pardo y Adán Augusto López Hernández. La primera gobierna a la CDMX, que tiene una tasa de homicidios de 9.0, el segundo gobernó Tabasco hasta agosto de 2021 cuando la tasa anualizada en ese estado fue de 17.2.