Australia es el país más reciente en frenar la venta de visados para extranjeros ricos. Creados para impulsar las inversiones, muchos programas facilitaron la corrupción y abrieron la puerta al crimen organizado.
En años recientes, han llamado la atención los visados y pasaportes de oro, con los que algunos países han intentado atraer a extranjeros ricos. A cambio de su dinero, los inversionistas reciben la residencia o ciudadanía.
La pequeña isla caribeña de Dominica, por ejemplo, obtiene más dinero con la venta de ciudadanías, por un valor de 100.000 dólares estadounidenses, que a través de la recaudación de impuestos, informó Bloomberg News.
La isla atrae a muchos chinos, rusos e iraníes ricos, entre otros, que muchas veces tienen dificultades para cruzar fronteras. El pasaporte dominiqués les concede ventajas, como la posibilidad de viajar por 90 días sin visado a la Unión Europea.
Visados VIP atraen corrupción
Más de 60 países tienen programas de visados o pasaportes dorados, incluidos varios Estados de la Unión Europea (UE). Sin embargo, aumenta la preocupación de que grupos del crimen organizado y funcionarios corruptos se aprovechen de los programas.
Como consecuencia, el año pasado, la Comisión Europea llamó a los países miembros a frenar la venta de los visados y pasaportes exclusivos.
Mientras Irlanda, Chipre y Países Bajos ya eliminaron sus programas VIP, Portugal reformó el suyo en octubre pasado. Además, tras la invasión rusa en Ucrania, todos los países de la UE endurecieron las reglas para obtener visados para los ciudadanos rusos y bielorrusos.
Esta semana, Australia abolió su programa, que, desde 2012, vendía el permiso de residencia por unos 3,3 millones de dólares estadounidenses.
«Estos programas suelen ser muy atractivos para funcionarios corruptos y criminales. Un pasaporte o una residencia adicionales pueden ser de gran ayuda cuando se quiere escapar de las autoridades», apunta Eka Rostomashvili, de Transparencia Internacional.
En declaraciones a DW, Rostomashvili agrega que muchos países han sido «demasiado tolerantes» y han «recibido a personajes sospechosos y su dinero manchado».