El Ejército Rojo es el gran protagonista de una conmemoración que tiene una tradición de 78 años.
Vladímir Putin ha presidido el Día de la Victoria en Rusia. Y lo ha hecho en la Plaza Roja, lanzado una serie de mensajes en plena guerra con Ucrania (son más de 400 días de conflicto). Por ejemplo, ha acusado al mundo de “rusofobia” y de “intentar destruir nuestro país”. Diez minutos en los que ha advertido a sus ciudadanos de los peligros que representa Occidente.
Pero más allá de la retórica del presidente Putin, ¿qué hay detrás de esta conmemoración? Pues ni más ni menos que la fiesta nacional más importante del país. No en vano se celebra la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la II Guerra Mundial.
Echando la vista atrás, la rendición incondicional de Alemania tuvo lugar el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 horas central europea. De ahí que en Europa se celebre la victoria el día 8. Sin embargo, en Rusia es el día 9 porque, según hora de Moscú, dicha firma se celebró a las 0:43 horas del día 9.