La comunidad científica coincide al afirmar que un niño no debería cargar más del 10% de su peso corporal. Es decir, que un escolar que pese 35 kilos, no debería cargar más de 3,5 kilos. Pero muchos de ellos llevan en sus mochilas hasta 7,5 u 8 kilos. La cuestión es: ¿qué consecuencias puede tener a corto y largo plazo en la salud de los niños esta situación? Antes de dar respuesta a esta pregunta, el doctor Kovacs quiere destacar la idea de lo innecesario que resulta cargar con libros cada día de casa al colegio y viceversa, especialmente en un mundo al que poco le falta para ser 100% digital. ¿Qué razones puede haber que justifiquen tal incongruencia? Es más, «si lo que queremos es reducir el peso, se puede reducir hasta un tercio dividiendo el material escolar en trimestres. De esta manera, llevarían solo lo necesario. Lo que se quiere remarcar es que si lo que se quiere es reducir el peso, hay muchas formas de hacerlo», apunta.