Rubén Amón reflexiona sobre la naturaleza humana y la tentación de mentir
En su columna para El Confidencial, «Por qué mentimos… Y cómo evitarlo», Rubén Amón aborda un tema universal y atemporal: la propensión humana al engaño. Tomando como punto de partida el libro del profesor Dan Ariely, el periodista español profundiza en las razones por las cuales mentimos y las condiciones que favorecen esta conducta.
Amón comienza su análisis con una anécdota sobre cerrajeros y ladrones, destacando que a menudo las medidas de seguridad que tomamos no están diseñadas para protegernos de los criminales, sino de las personas que conocemos y en quienes confiamos. Esta idea, respaldada por los estudios de Ariely, sugiere que la deshonestidad es un fenómeno mucho más común de lo que creemos y que a menudo se encuentra arraigada en nuestra propia naturaleza.
El periodista enumera una serie de factores que pueden influir en nuestra decisión de mentir, como el contexto cultural, el ejemplo de los demás, el beneficio personal o de terceros, la precariedad económica, los antecedentes personales, la creatividad, los conflictos de interés y la capacidad de razonamiento. Ante esta abrumadora lista de condicionantes, Amón plantea la pregunta: ¿es posible ser completamente honesto en un mundo tan complejo y tentador?
El profesor Ariely, por su parte, propone cuatro antídotos contra la mentira: el sentido del honor, la responsabilidad, la supervisión y las convicciones morales. Amón profundiza en este último punto, relatando la historia de un feligrés que, al sentirse observado y juzgado por sus pares durante la liturgia, se vio obligado a confesar un robo que había cometido. Esta anécdota ilustra el poder de las normas sociales y las creencias religiosas como mecanismos de control y autocontrol.
En conclusión, la columna de Rubén Amón nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la naturaleza humana y sobre los factores que influyen en nuestra conducta. Si bien la tentación de mentir está siempre presente, el autor sugiere que la honestidad es un valor que puede cultivarse y fortalecerse a través de la educación, la reflexión y la construcción de una sociedad basada en principios éticos.