Un informe reciente de la Comunidad científica Leibniz para la Biodiversidad subraya que la gran variedad de especies de nuestro planeta es esencial para casi todos los aspectos de la vida humana.
«Ya sea el aire, el agua potable, los alimentos o la ropa, el combustible, los materiales de construcción o las medicinas, nuestra vida, nuestra salud, nuestra nutrición y nuestro bienestar dependen de la gran diversidad de recursos que nos proporciona la naturaleza”.
Más de dos tercios de todos los cultivos del mundo dependen de polinizadores naturales como los insectos. Sin ellos, es probable que nuestro suministro alimentario cada vez sea más inseguro. Sin embargo, un tercio de las especies de insectos ya está en peligro de extinción.
La pérdida de biodiversidad también podría suponer un desastre para el sector médico, ya que muchos productos farmacéuticos – incluidos cerca del 70 por ciento de los tratamientos contra los diversos cánceres – se derivan de la naturaleza.
«El conocimiento de 3.500 millones de años de evolución natural está almacenado en la diversidad biológica”, explica Klement Tockner, director general de la Sociedad Senckenberg para la Investigación de la Naturaleza. «El progresivo declive de nuestro capital ecológico supone la mayor amenaza para la humanidad, ya que una vez que se pierde, se pierde para siempre”.