El gobierno alemán no dio luz verde a la entrega de tanques de combate Leopard en la reunión de Ramstein. ¿Qué espera realmente Berlín?, se pregunta el periodista Christoph Hasselbach.
Reconozco que he cambiado de opinión. Durante mucho tiempo pude entender perfectamente las dudas del canciller alemán, Olaf Scholz, sobre la entrega de armamento pesado a Ucrania. Y aún puedo entender la preocupación de que Alemania o toda la OTAN se vean arrastradas a la guerra por el suministro de ciertas armas. Después de todo, los políticos rusos han amenazado con hacer precisamente eso, y el presidente ruso, Vladimir Putin, incluso ha barajado la opción nuclear. Sin duda, hay razones de sobra para ser prudentes en nuestras relaciones con Rusia.
El problema es que Putin lo sabe. Es más, ha incluido este temor en sus cálculos desde el principio. Y mientras los ucranianos luchan desesperadamente por sus vidas y su libertad, elEejército ruso destruye sistemáticamente casas y servicios públicos civiles. Aquí, por así decirlo, se están cometiendo crímenes de guerra ante nuestra puerta.