En un artículo en la revista Science, el prestigioso investigador Eric Topol aseguró que, ante la evolución del virus para evadir la respuesta inmunitaria y aumentar su transmisibilidad, “se necesita con urgencia lograr la inmunidad de las mucosas respiratorias en toda la población”
A dos años y cuatro meses de declarada la pandemia por COVID-19, y luego de que las vacunas de primera generación lograran prevenir las formas severas de la infección por SARS-CoV-2 y disminuir la mortalidad, el virus encontró la manera de evadir la respuesta inmune.
En un artículo publicado en la revista Science, el prestigioso científico Eric Topol, aseguró que ”durante el primer año de la pandemia, la evolución significativa del virus fue lenta, sin consecuencias funcionales; pero desde entonces se vio una sucesión de importantes variantes preocupantes, con transmisibilidad creciente y evasión inmune, que culminan en los linajes Ómicron”.
“Sólo diez meses después de la secuenciación inicial del genoma del virus SARS-CoV-2, se demostró que dos vacunas de ARNm brindan una eficacia del 95% contra infecciones sintomáticas a través de ensayos aleatorios controlados con placebo de más de 74.000 participantes”, describió Topol lo que fue el desarrollo en tiempo récord de las primeras vacunas que intentaron contener la pandemia.
Para Topol, ”durante el primer año de la pandemia, la evolución significativa del virus fue lenta y sin consecuencias funcionales» / (Reuters)
“Ese éxito sin precedentes fue, en parte, impulsado por la inversión gubernamental en Operation Warp Speed (OWS) en marzo de 2020 para acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas COVID-19-19. Necesitamos urgentemente una iniciativa tan acelerada ahora para las vacunas nasales”, agregó.