México cuenta el mismo número de gobernadoras que Estados Unidos (9) a pesar de tener 18 entidades menos y ser una democracia incipiente. Seis de las mandatarias estadounidenses son del Partido Demócrata y tres del Republicano. En nuestro caso, siete militan en Morena y dos en Acción Nacional. El hecho de que casi el 30% de las gubernaturas las ocupen hoy mujeres (en 2018 eran dos y representaban apenas el 8%) no es fortuito. La reforma política de 2019 elevó a rango constitucional la paridad total en los cargos de elección popular y en los organismos autónomos. (Una oportunidad para nombrar a una mujer con el perfil de Ludivina Leija como auditora Superior del Estado en sustitución de Armando Plata).
En términos de población y número de estados, nuestro país supera al vecino en gobernadoras. Estados Unidos jamás ha sido gobernado por una mujer. En las elecciones, de 2017, Hillary Clinton obtuvo más sufragios en las urnas, pero Donald Trump la superó en votos electorales. México también podría dar ejemplo en ese tema. Jefa de Gobierno de Ciudad de México e integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2007, Claudia Sheinbaum podría ser la primera presidente si Morena la postula. El canciller Marcelo Ebrard la iguala en preferencias.
Los Gobiernos de izquierda se caracterizan por impulsar la igualdad de género. El gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una composición de 55% hombres y 45% mujeres. A diferencia de los estados, donde las mujeres son relegadas a posiciones de segundo o tercer nivel, en la 4T ocupan puestos clave: Rosa Icela Rodríguez es secretaria de Seguridad Pública; Delfina Gómez, de Educación; Rocío Nahle, de Energía; Tatiana Clouthier, de Economía; y Ariadna Montiel, de Bienestar. Además, la senadora Olga Sánchez fue la primera titular de Gobernación.
El Sistema de Administración Tributaria (SAT), estratégico para desmontar el sistema de privilegios fiscales, está a cargo de una mujer: Raquel Buenrostro. El SAT ha elevado la recaudación sin aumentar impuestos ni crear nuevos gravámenes. Los dos billones de pesos ingresados entre enero y junio de este año representan un 8.6% más con respecto a 2018, informó Buenrostro al presidente López Obrador el 6 de julio. El incremento lo explican, entre otros factores, la cancelación de condonaciones a los grandes contribuyentes y el trabajo contra la evasión. En este segmento, la recaudación aumentó 20.7% en términos reales en el primer semestre. El ingreso ascendió a 888 mil millones de pesos contra 684 mil millones en el mismo periodo del año pasado.
Con respecto a las gobernadoras, la panista Maru Campos (Chihuahua) se ha cruzado de brazos en el caso Safiro (Espacio 4, 696) y otras investigaciones contra el exmandatario César Duarte (PRI) por delitos de corrupción. Layda Sansores (Campeche), en cambio, puso en la picota a su predecesor priista, Alejandro Moreno. La morenista destapó en su programa los «Martes del Jaguar» la venalidad —no conocida entonces al detalle— del líder del PRI, competente para fabricar fortunas a la sombra del poder, pero un fiasco como líder de un partido en agonía. No de balde la alianza «Va por México» pierde fuelle y la posibilidad de ganar las presidenciales de 2024.
Claudia Sheinbaum (Ciudad de México) encabeza a las gobernadoras de la 4T. El equipo lo completan: Marina del Pilar Ávila (Baja California), Layda Sansores (Campeche), Indira Vizcaíno (Colima), Evelyn Salgado (Guerrero), Mara Lizama (Quintana Roo) y Lorena Cuéllar (Tlaxcala). Las panistas son Campos y Teresa Jiménez (Aguascalientes). El PRI, por machista, no tiene ninguna. A Claudia Pavlovich, exmandataria de Sonora, la expulsó por el pecado de representar a México (no a Morena) en el Consulado de México en Barcelona.