El Día de la Libertad de Expresión, que en México se conmemora cada 7 de junio desde 1951, nos encuentra en un mundo en constante transformación. Los medios de comunicación y la forma en que nos comunicamos han evolucionado drásticamente. La tecnología derriba barreras y propicia nuevas formas de expresión, pero también plantea desafíos sin precedentes para aquellos que luchan por mantener la integridad y la libertad en el ámbito de la información.
La libertad de expresión es un pilar fundamental en cualquier democracia saludable. Es la piedra angular sobre la cual se construyen sociedades inclusivas, justas y progresistas. Es el vehículo a través del cual se da eco a las voces marginadas, se denuncian injusticias y se exponen abusos. Sin embargo, también es un derecho frágil, que requiere vigilancia para ser ejercido.
El suplemento del bisemanario «Espacio 4» dedicado al Día de la Libertad de Expresión, en su número 720, propone explorar los desafíos actuales en todas sus formas: desde el periodismo tradicional hasta el activismo en línea, desde el arte hasta las redes sociales.
Nuestros colaboradores abordan temas cruciales que reflejan estos desafíos. Sergio Arévalo habla sobre la visibilización de minorías sexuales y la responsabilidad del periodismo en fomentar la inclusión. Edgar London expone el récord nefasto de la censura literaria en Estados Unidos, la supuesta tierra de la democracia. Carlos Aguilar invita a reflexionar sobre el equilibrio entre el periodismo de calidad y la seducción de los likes en internet.
No podemos dejar de mencionar el valioso aporte de Renata Chapa, quien aborda de manera cruda y necesaria el bullying con perspectiva de género y cómo afecta la libertad de expresión de las mujeres. Su texto invita a reflexionar sobre la importancia de erradicar estas formas de opresión y construir espacios más incluyentes.
En entrevista con Perla Yadhira Hernández, Cynthia Molano hace un recuento de su labor como defensora de los derechos humanos y su incansable esfuerzo por educar y promover el respeto hacia todos. Sus logros ponen en alto el nombre de Coahuila.
La libertad de expresión no debe ser un privilegio reservado solo para algunos, sino un derecho universal. Es nuestro deber, como sociedad, protegerlo y promoverlo. Como bien señala Francisco Aguirre en estas páginas, debemos resistir las presiones del gobierno y los chantajes publicitarios que amenazan con socavar la libertad de prensa.
En el mismo sentido, Esther Quintana llama a construir un «periodismo de indignación», que no admita controles gubernamentales ni coptaciones para servir a los intereses del poder público. En la era de la revolución digital y la sobreinformación, no debemos olvidar que la libertad de expresión no solo es un derecho —consagrado en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Declaración de los Derechos Humanos de 1948—, sino también una responsabilidad. Utilicemos el poder de expresión para construir puentes y promover un diálogo respetuoso y constructivo.
El propósito es que este suplemento sea una ventana a la deliberación, un llamado a la acción y una celebración a la diversidad de voces que enriquecen nuestro tejido social. Juntos, podemos construir un país en el que todos puedan participar y ser escuchados. La libertad de expresión es nuestra voz colectiva, nuestra herramienta para el cambio y nuestra garantía de un futuro más justo y libre. (Editorial de la edición especial «Contra la censura y la desinformación»).