Karim Khan acusa a ambos del delito penal de crímenes de guerra y contra la humanidad
Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya, pidió ayer que se emitan órdenes de detención tanto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Gallant, como contra el líder de Hamás, Yahya Sinwar, y otros dirigentes de la organización terrorista. Una decisión pretendidamente salomónica que probablemente no contentará a nadie, en caso de que los jueces decidieran asumirla. Ya ha sido rechazada por el Gobierno israelí y por el presidente norteamericano, Joe Biden, igual que por los cabecillas de Hamás.
Pese a todo, el fiscal considera que tanto los dirigentes israelíes como los cabecillas de Hamás son «penalmente» responsables de distintos «crímenes de guerra y de lesa humanidad». La acusación extiende el ámbito temporal desde al menos el 7 de octubre de 2023, lo que incluye «el asesinato de cientos de civiles israelíes» en ataques perpetrados por Hamás y otros grupos armados, así como «la toma de al menos 245 rehenes» y la respuesta israelí en la franja de Gaza, donde el Gobierno de este país «ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas las partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana».