La iniciativa municipal se tomó ante el aumento de la siniestralidad de estos aparatos (459 accidentes en 2022, con tres muertes y 426 heridos, lo que supone el doble de lesionados que en 2019, antes de la pandemia).
Además, los habitantes de la ciudad se han quejado ampliamente de los cada vez más numerosos comportamientos peligrosos e incívicos de los usuarios (también de los patinetes privados), así como el que se dejen aparcados o tirados en cualquier lugar, sin respetar las zonas de aparcamiento establecidas por empresas y Ayuntamiento.
El voto era técnicamente consultivo, pero la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, había asegurado que seguiría el resultado, por lo que los 15.000 vehículos que actualmente tienen en las calles las tres empresas autorizadas (Lime, Tier y Voi), tendrán que ser retirados el 31 de agosto, cuando concluye su autorización de cinco años.