La capital francesa implementa medidas para reducir la circulación en sus distritos centrales y mejorar la calidad del aire
El Ayuntamiento de París, liderado por la alcaldesa Anne Hidalgo, ha lanzado un plan para reducir el tráfico en el centro de la ciudad. Desde esta semana, solo los vehículos de residentes y aquellos con fines específicos, como compras, cenas, visitas familiares o citas médicas, podrán circular en los cuatro distritos centrales. Esta normativa tiene como objetivo disminuir en un 30% el tráfico en el área, mejorar la calidad del aire y reducir el ruido, en un esfuerzo por hacer de la capital un espacio más sostenible.
El nuevo plan, inspirado en las zonas de tráfico limitado (ZTL) implementadas en ciudades italianas como Roma y Milán, busca frenar el uso del centro de París como vía de paso hacia otras zonas. En este sentido, se establecerá una colaboración con plataformas como Google Maps y Waze para optimizar las rutas sugeridas en función de la nueva normativa.
Durante un periodo de adaptación de seis meses, el Ayuntamiento distribuirá folletos explicativos en lugar de imponer multas, según afirmó Nicolas Nordman, adjunto de seguridad. Además, no se emplearán controles fotográficos, ya que la ley francesa aún no permite sanciones automatizadas en el centro urbano.
París ya ha implementado varias políticas para reducir la contaminación, incluyendo la peatonalización de vías junto al río y la creación de más de 1,000 kilómetros de carriles bici. Desde 2021, la velocidad máxima permitida en casi toda la ciudad se ha reducido a 30 km/h. Asimismo, la zona de bajas emisiones de París, lanzada en 2016 y ampliada en 2019, prohíbe progresivamente la circulación de vehículos más antiguos y contaminantes, extendiéndose a vehículos diésel de más de 14 años y de gasolina de más de 19 años a partir de 2025.