Ámsterdam, Países Bajos – A pesar de su arraigada cultura ciclista, los Países Bajos enfrentan un creciente debate sobre el uso del casco, luego de que las estadísticas revelaran que los ciclistas representan el mayor número de muertes en carretera. En 2024, 246 ciclistas perdieron la vida, superando las muertes de automovilistas y peatones. Las lesiones en la cabeza fueron la causa principal de casi dos tercios de estas fatalidades en los últimos cinco años.
Esta situación ha impulsado al gobierno neerlandés a lanzar campañas de concienciación para promover el uso del casco, como la iniciativa nacional de un día «Póntelo». La campaña buscó difundir el mensaje a través de diversos medios, resaltando investigaciones que sugieren que el uso del casco puede reducir las lesiones mortales en bicicleta en un 70%.
Sin embargo, muchos ciclistas holandeses se muestran reacios a adoptar esta medida de seguridad. Argumentos como la preocupación por el peinado o la sensación de que el ciclismo es una actividad inherentemente segura en el país persisten. Esta reticencia plantea un desafío para las autoridades, que buscan equilibrar la promoción de la seguridad vial con el respeto por una tradición cultural profundamente arraigada en la sociedad neerlandesa: la omnipresencia de la bicicleta como medio de transporte cotidiano.