Con todo, se pronunció la oposición en el Congreso de Coahuila después de que el Tribunal Constitucional de Coahuila invalidó la reforma aprobada en diciembre pasado por el Congreso local en materia de paridad de género.
La resolución es producto de la demanda de inconstitucionalidad que presentaron algunos de los diputados locales con el argumento de que se violaron “en forma grave y sustancial” los requisitos esenciales de deliberación mínima en el sentir de los ayuntamientos.
Los diputados de oposición del legislativo coahuilense reclamaron a sus iguales de mayoría que su error había sido superlativo, ya durante el mayoriteo de la iniciativa fueron advertidos que no iba bien, que estaba mal planteada y en efecto; el Tribunal Constitucional de Coahuila invalidó la reforma.
La oposición aprovechó la noticia del Tribunal, para increpar a la mayoría femenina que votó a favor, por su falta de solidaridad con las mujeres, ya que intentaron dejar parar la oportunidad de fortalecer el género y la posibilidad de que una mujer pudiera ser candidata a la gubernatura de Coahuila en 2023. Y que gracias al rechazo del Tribunal la posibilidad vuelve para darles esa oportunidad a las mujeres.
“Como un Congreso con mayoría de mujeres no puede defender los derechos de las mujeres” les reclamaba la oposición a las legisladoras que habían votado a favor de la iniciativa.
¿Cómo les van a decir a sus representadas que ellas mismas les querían quitar sus derechos constitucionales?, cuestionaban a al grupo que no atendía los reclamos opositores y volteaban y se miraban entre ellos.
¿Cómo es posible que al inicio de la legislatura se hayan manifestado y enorgullecido de que las mujeres eran mayoría parlamentaria, y que ahora atendían la manipulación de que fueron objeto?
¿Dónde quedó su valor como mujeres? Les reprendieron.
El lenguaje corporal y facial de los miembros de la mayoría lo decía todo… no había más que decir.
El equilibrio de poderes había sido roto, le reñían; la equidad de género se estaba viendo como una cuota, nada más. Las mismas mujeres estaban renunciando a sus derechos haciendo la tarea que los masculinos les habían encomendado en busca de un trámite electoral para favorecer, claro: a un hombre.
Esta iniciativa en cuestión nació viciada de origen, sin un previo estudio legal por parte de quienes la presentaron. Porque no importa quien la propuso, ya en el congreso, no fue estudiada a fondo. Los legisladores que la aprobaron confiaron en quién la mandó, lo que a la postre resultó un mal procedimiento en lo jurídico y en lo legislativo.
Lo peor es que las mismas mujeres de la mayoría habían jugado con la causa feminista, jugaron con la bandera de todas, con los derechos de la mujer. “No se equivoquen eso no es división de poderes eso es una sumisión total “reprendían los opositores.
Los diputados opositores destacaron que, en Tribuna, a lo largo de estos meses se han defendido los derechos de las mujeres y la paridad de género y que la Suprema Corte de Justicia no va comprar estos argumentos para dejar de analizar el fondo de la reforma constitucional en materia de paridad.
También, los opositores esperan que los precandidatos varones, no se conviertan en los principales cabilderos ante la Suprema Corte para evitar que las mujeres sean postuladas en la próxima contienda electoral, pretendiendo evadir la paridad de género y prolongando los derechos políticos de las mujeres hasta el 2029.