Pese a los ajustes de la reforma laboral de hace seis años, donde los trabajadores pueden seleccionar a sus dirigentes ¿por qué no han cambiado los rostros?
A pesar de que hace seis años se modificó la Ley Federal del Trabajo (LFT) para incorporar nuevas reglas de democracia sindical y darle un mayor peso a los trabajadores en la elección de sus representantes, aún no se han presentado cambios reales en materia de representación, prácticamente los rostros al frente de las organizaciones son los mismos que antes de la reforma.
Los cambios con la reforma laboral del 2019 a la democracia sindical, establecieron el voto libre, personal, directo y secreto de los trabajadores para la elección de líderes sindicales, y para la negociación colectiva.
Además de lo anterior, se reforzó la transparencia sindical en temas financieros; así como una mayor participación de las mujeres en directivas sindicales.
Con todo lo anterior y la posibilidad de que los trabajadores pueden seleccionar libremente a sus dirigentes sindicales ¿por qué no han cambiado? La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dentro del Convenio 87 enmarca la plena autonomía de los sindicatos en cuanto a la elección de sus dirigentes.
En ese sentido, Manuel Fuentes Muñiz, profesor investigador de la UAM, señala que para la OIT no existe un problema en cuanto a la reelección de titulares en los sindicatos, ya que el Convenio 87 permite que los trabajadores puedan designar libremente a sus representantes.
“En la reforma laboral de 2019 se establecieron criterios en la misma ley, de que se evitara una continuidad para que pudiera haber mayor participación de otros trabajadores, pero obviamente la ley laboral no puede estar por encima del Convenio 87, solamente conmina que no se establezcan periodos indefinidos de representación sindical”, explica.
Agrega que los propios trabajadores pueden elegir si los líderes son reelectos en varias ocasiones y plantear una condición de continuidad en la medida que se tenga una decisión al momento de votarse.
Por su parte, Alfonso Bouzas, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral, apunta que la reforma implicó que los trabajadores tienen el derecho de elegir sus direcciones sindicales, y son quienes tienen el derecho de plantear sus demandas en la contratación colectiva.
“Ni una, ni otra cosa, ha impactado en la clase trabajadora, y ahí está el problema. Si los trabajadores no inciden, no buscan su auténtica representación y toleran, aceptan, incluso a veces hasta se enorgullecen de tener líderes corporativos, ahí aparece el dicho de ‘roba, pero salpica’”, afirma.
Indica que existen líderes que responden a las demandas de los trabajadores que representan pese a que son impuestos o se obliga sin que participen las bases de los colaboradores. “Hay otros que simple y sencillamente transitan a distancia de las bases trabajadoras”.