Las esperanzas de una sólida recuperación económica mundial en 2022 han sido reemplazadas por expectativas de alta inflación, salarios reales más bajos y nuevos shocks de oferta, según el informe trimestral de los economistas en jefe del Foro Económico Mundial (WEF).
El panorama general: las razones principales del pronóstico sombrío son la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones y la escasez resultantes, así como los nuevos brotes y bloqueos de COVID-19, particularmente en China.
Detalles: el informe se basa en una encuesta de 24 economistas jefe de algunas de las corporaciones, bancos y prestamistas multilaterales más grandes del mundo.
Se publicó el lunes en Davos, donde la inflación y las interrupciones de la cadena de suministro han estado entre los primeros lugares de la agenda.
Para la edición anterior, en noviembre de 2021, la mayoría de los economistas esperaban que la inflación fuera un fenómeno de corto plazo que los bancos centrales podrían contener. Esa confianza se está desvaneciendo.
Las expectativas entre el público en general también son bastante sombrías, según una encuesta de IPSOS encargada por WEF.
Los encuestados en Francia, Alemania, Italia, Japón, Polonia y el Reino Unido tenían aproximadamente el doble de probabilidades de decir que esperan que su nivel de vida disminuya este año en lugar de aumentar.
En los EE. UU., Australia y Canadá, los encuestados fueron un poco más optimistas, pero las tres cuartas partes de los estadounidenses esperan que sus alimentos y el combustible se vuelvan más caros en los próximos seis meses.
«Estamos en la cúspide de un círculo vicioso que podría afectar a las sociedades durante años. La pandemia y la guerra en Ucrania han fragmentado la economía mundial y han creado consecuencias de gran alcance que corren el riesgo de acabar con los logros de los últimos 30 años. » dice Saadia Zahidi, directora general de WEF.