El excepcional busto se presentó por primera vez al público el 1 de abril de 1924. El Neues Museum celebra la efeméride entre acusaciones de falsificación y ofensivas para su vuelta a Egipto
El 1 de abril de 1924, el colorido busto se presentó por primera vez a un público más amplio en un área expresamente diseñada para la exposición permanente de la Colección Egipcia, en el Neues Museum. Había sido hallado en 1912, en una excavación científica aprobada por Egipto, y fue entregado a la parte alemana durante la división de los hallazgos, como era habitual en la época después de las excavaciones, antes e ser traladado a Berlín en 1913.
A salvo de las guerras
Allí, James Simon, que había financiado la misión, lo instaló inicialmente en su villa, hasta que el museo dispuso de el espacio adecuado. Allí estuvo hasta el estallido de la I Guerra Mundial, donde empezaron los esfuerzos para proteger el busto de los daños de la contienda. Después de la II Guerra Mundial, fue trasladado al Punto Central de Recolección en Wiesbaden por las tropas de ocupación estadounidenses, junto con muchas otras obras de arte, y en 1956 fue devuelto oficialmente a Berlín Occidental, donde se presentó por primera vez en el Centro de Museos de Dahlem.
En 1967 se trasladó a la nueva exposición permanente del Museo Egipcio en el edificio oriental de Stüler, frente al Palacio de Charlottenburg. Desde 2009, el busto se encuentra de nuevo en la Isla de los Museos, convertido en icono de belleza atemporal. Ya no sólo los berlineses acuden a contemplar a la reina del Nilo, sino también millones de turistas cada año.
Con motivo del aniversario, el Neues Museum ofrece una exposición virtual que recorre la historia de la obra inmortal en seis capítulos: desde su creación en el siglo XIV a.C. hasta su descubrimiento en 1912 y su recepción en los siglos XX y XXI. Además, el Museo Egipcio y la Colección de Papiros ofrecen el catálogo de la exposición 2012/13 y un escaneo 3D del busto realizado en 2008 para descarga gratuita.
Regreso a Egipto
Las autoridades egipcias también han rechazado sistemáticamente las teorías de falsficación y han pedido insistentemente su traslado a Egipto. Hermann Parzinger, presidente de la Fundación Patrimonio Prusiano (SPK), afirma que «mantenemos buenos contactos con Egipto desde hace años, participamos en excavaciones in situ y también colaboramos, por ejemplo, en exposiciones. Contrariamente a lo que se informa regularmente, no hay ninguna exigencia por parte del gobierno egipcio para que se devuelva el busto de Nefertiti, ni tampoco hay nuevos documentos que puedan poner en duda la legalidad de su permanencia en Berlín».