El Estado de Nueva York ha informado este viernes de un número récord de infecciones diarias por covid-19 a medida que la variante ómicron gana terreno en Estados Unidos. El viernes se registraron más de 20.000 nuevos casos, la incidencia más alta desde que empezó la pandemia, pese a que el Estado presenta una de las tasas de vacunación más elevadas del país. Restaurantes con plantillas diezmadas por el virus se ven obligados a cerrar, mientras acontecimientos deportivos y culturales se suspenden en un intento de frenar la cadena de transmisión comunitaria. Según los epidemiólogos, el aumento en los últimos días se debe a la variante ómicron, de rápida propagación, que se superpone a la delta.
Las colas ante los numerosos laboratorios móviles que ofrecen pruebas de detección dan la vuelta a la manzana a cualquier hora del día, en plena temporada navideña de celebraciones y viajes. El periodo más ajetreado del año es visto como la antesala de un gran repunte en enero, una eventualidad que alcanza a un sistema sanitario exhausto tras dos años de emergencia. Una recaída masiva es sólo cuestión de tiempo, advierten los expertos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas inglesas; agencia federal de salud).
Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, reveló el viernes que el Estado había registrado 21.027 casos en las últimas 24 horas.