El dirigente nunca dejó de cultivar su estilo de vida sencillo, incluso con proyección internacional
«La muerte es quizás lo que da valor a la vida. Es una lucha que siempre perderemos, pero la enfrentamos con amor», aseguró en sus últimos días
Pepe Mujica: El Mundo Llora a un Gigante de la Humildad
Montevideo, Uruguay – El mundo se despide hoy de José «Pepe» Mujica, el ex presidente de Uruguay cuyo estilo de vida austero y filosofía centrada en la humanidad lo convirtieron en un faro de esperanza y un líder admirado a nivel global. Mujica falleció a la edad de 89 años, dejando un vacío imborrable en la política y en los corazones de quienes lo conocieron y admiraron.
Nacido en Montevideo en 1935, Mujica dedicó su vida a la lucha social y política. Tras años de activismo y encarcelamiento durante la dictadura uruguaya, emergió como una figura clave en la redemocratización del país. Su presidencia, entre 2010 y 2015, se caracterizó por políticas progresistas y un enfoque en la justicia social, siempre manteniendo un estilo de vida sencillo y coherente con sus ideales.
«El presidente más pobre del mundo», como se le conoció, donaba la mayor parte de su salario y vivía en su modesta granja, cultivando flores. Su discurso en la ONU en 2013, donde criticó el consumismo desenfrenado, resonó en todo el planeta.
El legado de Mujica trasciende la política; fue un maestro de la vida, un ejemplo de integridad y un recordatorio de que la verdadera riqueza reside en la sencillez, la solidaridad y el amor al prójimo. Su sabiduría y humildad seguirán inspirando a las futuras generaciones.
Descanse en paz, Pepe Mujica. Su huella perdurará en la historia.