En una entrevista publicada en El País por Zedryk Raziel, Luisa María Alcalde, actual dirigente de Morena, aborda su visión y planes para el partido en la era pos-López Obrador. Alcalde, quien se ha desempeñado como diputada y secretaria de Gobernación, es consciente de la importancia de preservar los principios fundacionales de Morena como movimiento social más que como una herramienta política de carácter temporal. A sus 37 años, Alcalde explica cómo su experiencia desde los inicios del partido, junto al ahora expresidente López Obrador, le ha proporcionado un profundo conocimiento de los ideales que dieron vida a esta formación política.
Uno de los principales objetivos de Alcalde es consolidar la estructura organizativa de Morena mediante la afiliación de 10 millones de militantes en un año, lo cual representa un desafío considerable considerando la cifra actual de 2.5 millones. Este esfuerzo busca arraigar el partido a nivel territorial mediante la creación de comités seccionales y la movilización de los ciudadanos, un proyecto que responde también a la proximidad de elecciones intermedias y al deseo de que Morena trascienda como una alternativa duradera en el panorama político mexicano.
En relación con la independencia del partido respecto al gobierno, Alcalde enfatiza que Morena debe evitar convertirse en un partido de Estado. A diferencia de los viejos partidos dominantes en México, su propuesta para Morena es mantener una relación de apoyo a la administración de Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, pero sin perder autonomía. Según Alcalde, el papel del partido es respaldar las políticas gubernamentales transformadoras y actuar como un canal organizativo y de difusión que ayude a enfrentar las resistencias al cambio estructural que impulsa el gobierno.
La dirigente también subraya la importancia de procesos democráticos internos para evitar divisiones. Alcalde confía en que mecanismos como la tómbola y las encuestas para seleccionar candidatos contribuyen a la transparencia y la unidad. A este respecto, hace referencia a la reciente selección de la candidatura presidencial, en la cual se respetaron las reglas y métodos, incluso cuando hubo tensiones, como en el caso de Marcelo Ebrard.
En cuanto a su relación con Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente, Alcalde destaca una colaboración fluida y afín en cuanto a valores y objetivos de consolidación del partido. Reconoce similitudes entre López Beltrán y su padre, especialmente en el compromiso con los principios de Morena.
Finalmente, Alcalde defiende la visión de que Morena debe perdurar como un proyecto de nación que prioriza el bienestar social, la lucha contra la corrupción, y el uso responsable del presupuesto público. En su opinión, Morena representa una alternativa viable para las generaciones futuras en un contexto donde los partidos tradicionales, como el PRI y el PAN, han perdido relevancia como opciones para el electorado mexicano.