Mina Gerais, Brasil – Una enorme mina recientemente inaugurada en la zona rural de Brasil se presenta como una potencial solución a la creciente necesidad occidental de tierras raras, cruciales para tecnologías avanzadas. Respaldada por inversores estadounidenses, es la única mina fuera de Asia con producción significativa de elementos de tierras raras de difícil acceso.
Sin embargo, esta prometedora fuente enfrenta un obstáculo crucial: ya tiene un contrato de venta exclusiva con China, el actual dominador de la extracción y procesamiento de estos minerales estratégicos. Thras Moraitis, CEO de Serra Verde, la empresa propietaria, explicó que China era el único cliente con la capacidad de procesar y separar el producto.
Esta situación expone la significativa dependencia de Occidente respecto a China en el suministro de tierras raras, un conjunto de 17 elementos vitales para industrias como la automotriz, de semiconductores, aeroespacial y de defensa. Aunque abundantes, su extracción y separación son complejas, tarea que Occidente ha delegado mayormente en China.
La escasez de alternativas, especialmente en el procesamiento de tierras raras pesadas, esenciales para imanes potentes en vehículos eléctricos y armamento, deja a Occidente con opciones limitadas para asegurar su suministro ante la creciente competencia geopolítica y comercial con China. El gobierno estadounidense ha manifestado su interés en financiar la expansión de la mina brasileña, pero el acuerdo existente con China plantea un desafío inmediato.