El grupo civil, conocido como El cartel de Sinaloa ha hecho una nueva demostración de fuerza en México, la misma semana en que Estados Unidos anunció una serie de recompensas por la captura de los familiares de su líder. Un sobrino del narcotraficante, ha sido captado esta semana mientras iniciaba una balacera dentro de un bar el pasado fin de semana. Las autoridades locales confirmaron que interceptaron el coche que relacionaron con la riña de esa noche, pero admitieron que lo dejaron ir porque los criminales superaban en número a los agentes de policía.
Después del mensaje desde la Casa Blanca, López Obrador aseguró que la detención de los hijos de líde capturado es una prioridad para su Gobierno, pero dijo que el arresto le corresponde a México. “Si están en territorio nacional, a quien corresponde detenerlos es a nuestra autoridad, no se permite que ninguna fuerza extranjera actúe en esta materia ni en ninguna otra”, sostuvo el presidente, que algunas veces ha adoptado un discurso nacionalista y otras ha tenido que ceder ante las asimetrías de la relación con Estados Unidos.
El cartel del estado de Sinaloa encabeza desde hace décadas la lista de objetivos principales de Estados Unidos. Su líder fue condenado a cadena perpetua en 2019, pero la guerra contra las drogas no ha terminado para Washington. A finales de noviembre, Emma Coronel, esposa de Guzmán fue condenada a tres años de cárcel por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero. El próximo capítulo será llevar a la justicia a los hijos del capo, aunque está por verse primero si podrán ser capturados en México. Los hechos del pasado fin de semana pintan un panorama complicado.