La competitividad de una economía es de suma importancia para poder generar y atraer inversiones, las cuales generan empleos, logrando incrementar la producción, haciendo la economía crezca y se logre un desarrollo económico.
La capacidad que tiene ya sea un individuo, una empresa o un país para generar o desarrollar ventajas competitivas se le conoce como competitividad, con ella se logra posicionarse en una situación de ventaja frente al resto de los competidores.
Una empresa es competitiva cuando puede producir mercancías y estas se venden en el mercado, generando utilidad para los inversionistas, diferenciándose del resto de la competencia por medio de una ventaja competitiva, la cual es una característica que la diferencia, por supuesto de manera de positiva, con el resto.
Cuando una empresa es competitiva puede adaptarse más rápido a los cambios que pueden generarse en el mercado, la productividad está íntimamente relacionada a la competitividad.
Pero cuando nos referimos en términos macroeconómicos es decir a la economía de una región o de un país es distinto pues la competitividad internacional es la capacidad que tiene un país para participar en los mercados y además lograr un desarrollo económico, es decir elevar el nivel de vida de los habitantes.
Existen factores que intervienen en la competitividad de una economía, de un país, como lo son las instituciones públicas, la democracia, el sistema educativo y el de salud, la infraestructura, la estabilidad tanto política como económica, la seguridad y el cuidado al medio ambiente.
Desde el año 2005 el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha desarrollado un índice para medir la competitividad de nuestro país con otras economías. Evaluando 85 factores que intervienen en la economía y en la sociedad, con dicha medición se logra medir la capacidad que tiene México para atraer, generar y mantener inversiones. En el año inicial en un grupo de 43 países, el nuestro se ubicaba, en el nada honroso lugar 27, para el año 2018 nos encontrábamos en el 31 ya para este año hemos descendido al lugar 37, con un nivel de competitividad bajo. Ubicándonos por encima de Brasil, Argentina, Sudáfrica, India, Guatemala y Nigeria, pero muy por debajo de economías como Dinamarca, Noruega, Suiza, Suecia, Países Bajos, Corea del Sur, Japón, Irlanda, Finlandia y Australia.
Se necesitan cambios a favor de la economía de los mexicanos, cambios que logren convertirnos en un país más competitivo, se requiere de seguridad, de respeto a la vida democrática de nuestro país, se necesita y de manera urgente nueva infraestructura que contribuya a la productividad de la economía mexicana, se requiere de un impulso a las políticas públicas en lo que se refiere a la generación de energías limpias, en pocas palabras apremia y de manera urgente amor por México de parte de la autoridad federal.